Arquidiócesis de Montreal
Hacia una Iglesia sinodal y misionera
Este documento presenta las orientaciones discernidas por la Arquidiócesis de Montreal para la implementación del Sínodo sobre la Sinodalidad, extendiéndose hasta 2030.
«Ante los desafíos contemporáneos, nuestra Iglesia está llamada a una profunda transformación misionera. Esta visión nos invita a caminar juntos, acogiendo la diversidad como una riqueza y colocando la Palabra de Dios en el corazón de nuestra vida comunitaria.»
— Mons. Christian Lépine, Arzobispo de Montreal
Una Iglesia llamada a transformarse
Caminar juntos, laicos y clérigos, en escucha mutua y discernimiento comunitario. Una Iglesia donde cada voz cuenta y contribuye a la misión común.
Una conversión cultural de la acogida que abraza la diversidad. Crear espacios donde cada persona se sienta reconocida, escuchada y valorada.
Un liderazgo compartido entre todos los bautizados. Desarrollar estructuras participativas donde cada persona ejerza su responsabilidad bautismal.
Colocar la Sagrada Escritura en el corazón de toda vida comunitaria y personal. Formar discípulos nutridos por la Palabra viva de Dios.
Una audacia misionera orientada hacia el mundo. Comprometerse concretamente por la justicia social, la ecología y el servicio a los más vulnerables.
Las transformaciones necesarias para nuestra Iglesia
Transformar nuestras formas de relacionarnos, privilegiando la escucha, el diálogo y el reconocimiento de la dignidad de cada persona.
Revisar nuestros métodos de decisión y gobernanza para integrar mejor la consulta y el discernimiento comunitario.
Valorar la riqueza de las diferentes culturas presentes en nuestra diócesis y fomentar el diálogo intercultural como fuente de enriquecimiento mutuo.
Desarrollar una formación integrada que prepare a todos los bautizados para ser testigos creíbles del Evangelio en el mundo de hoy.
Orientaciones concretas para la transformación misionera
Revitalizar la celebración eucarística como fuente y cumbre de la vida cristiana, cuidando especialmente la acogida, la homilía y la participación activa.
Ofrecer itinerarios de formación que toquen todas las dimensiones de la persona: espiritual, intelectual, humana y pastoral.
Desarrollar una cultura de acogida radical, donde cada persona — sea cual sea su origen o situación — se sienta reconocida y valorada.
Promover la corresponsabilidad desarrollando estructuras de gobernanza que integren verdaderamente a laicos y clérigos en las decisiones.
Salir de nuestras zonas de confort para ir al encuentro del mundo, testimoniar el Evangelio con creatividad y comprometerse por la justicia.
Documento PDF
28 páginas
Acceda al documento íntegro «Visión de futuro del Sínodo 2025-2030» para descubrir en detalle las orientaciones, acciones concretas y el calendario de implementación para nuestra arquidiócesis.
«Juntos en la barca, estamos llamados a navegar hacia aguas profundas, llevados por el Espíritu Santo que nos guía hacia nuevos horizontes.»
— Inspirado en Juan 21